Así puedes combatir la astenia otoñal en niños

Ahora que ya ha comenzado el otoño, es normal sentir los primeros signos de fatiga psicofísica algo que le sucede a muchas personas adultas pero que también sufren los niños. Os hablamos ahora de la Astenia otoñal en niños y como la puedes combatir.

Así puedes combatir la astenia otoñal en niños

El cambio de estación y la entrada en los meses de otoño pueden crear molestias de diverso grado tanto en adultos como en niños. Sí, porque la enfermedad de otoño también afecta a los niños, con síntomas muy similares a los de los adultos.

Los síntomas de la astenia otoñal en niños

Si crees que la irritabilidad y los trastornos del sueño son síntomas exclusivamente relacionados con la edad adulta, estás equivocado. También tus hijos pueden sufrir los efectos del cambio de estación, manifestando dolencias de distinta índole.

A menudo, es el ámbito emocional y psicológico el que se ve afectado por la astenia otoñal en los niños: la plena reanudación de las actividades, la reducción de las horas de sol , el cambio de horario y el descenso de las temperaturas pueden oscurecer el estado de ánimo de los más pequeños, generando estados de irritabilidad, ansiedad e insomnio.

Con la llegada del otoño, los pequeños pueden aparecer de mal humor, cansados ​​y apáticos, muchas veces aburridos y desinteresados ​​incluso en jugar. Por la noche, los niños pueden tener dificultades para relajarse y conciliar el sueño, o pueden despertarse con frecuencia durante la noche, presa de estados de perturbación.

Una mezcla de situaciones fisiológicas y comunes, ligadas a la influencia en el estado de ánimo del cambio de estación.

¿Cómo comportarse para paliar el fenómeno? por suerte podemos recurrir a remedios naturales así como a una buena alimentación.

Remedios naturales para la astenia otoñal de los niños

La astenia otoñal en los niños se puede aliviar y contrarrestar haciendo un buen uso de los mejores remedios naturales: soluciones sencillas y antiguas, pero siempre efectivas para ayudar a los más pequeños a recuperar la serenidad y la energía.

Solo para darle a su cuerpo y mente el impulso adecuado, confía en el poder de la miel : un ingrediente saludable y delicioso, útil como tratamiento para aliviar los trastornos del tracto respiratorio y como energizante natural. Indicada en niños mayores de un año, la miel desempeña una importante acción tonificante y reparadora del sistema nervioso, ayudando a los niños a superar la enfermedad del otoño y recuperar el impulso durante el día.

Por otro lado, para despedirse del clásico cansancio otoñal, opta por los suplementos a base de magnesio: en el mercado existen formulaciones específicas para niños, ideales para combatir la sensación de agotamiento de la astenia otoñal infantil, calmar la agitación y aumentar la concentración. Y la claridad.

Para contener los estados de ansiedad, irritabilidad y tristeza, prueba la eficacia de las infusiones de hierbas : manzanilla, melisa, pasiflora y valeriana son los ingredientes adecuados para relajar la psique y apoyar el estado de ánimo, incluso durante los oscuros meses de otoño e invierno.

Y antes de acostarte, no olvides mimar a tu pequeño con un masaje a base de aceite esencial de lavanda : un poderoso aliado para relajar cuerpo y mente y disfrutar del sueño con total serenidad.

Nutrición contra la astenia otoñal de los niños

La defensa contra la enfermedad otoñal de los niños también viene de la mano de la mesa. Como suele suceder, de hecho, lo que comemos afecta directamente a nuestro bienestar psicofísico.

En la elección de la nutrición contra la astenia otoñal en los niños, haz que los pequeños comiencen el día con un rico desayuno , para consumir con calma para recargar las pilas.

¿Y para cenar? Para aliviar los síntomas de la astenia en estos días, asegúrate de que sea lo más variada, ligera y basada en ingredientes naturales y de temporada . Evita los alimentos excitantes, como el azúcar, los alimentos enlatados o los sabores picantes y, por supuesto, que no tomen bebidas con cafeína o teína.

Por último, trata de anticipar la hora de la cena, al menos en un cuarto de hora, para así anticipar la hora en que tu hijo se acostará, siguiendo así los ritmos naturales de la temporada invernal.